El título es largo, pero el recorrido es poca cosa, unos 11 km, fácilmente recortables, y desnivel inferior a 300 m. Inicio y final en el Aserradero de Ekai, hay zona de aparcamiento cerca de la central hidroeléctrica. El desvío al Aserradero desde la carretera general se encuentra indicado en plena cuesta arriba, pocos metros antes del indicador de EKAI.
Empezaremos con un paseo de un km por camino paralelo al río Irati hasta una urbanización de Aoiz. Veremos a nuestro paso el canal destinado al transporte de los troncos. Caminos de cemento y aceras para pasar por las cercanías de la Iglesia de Aoiz, cruzaremos el puente medieval de Auzola muy conocido para el grupo. A medio km con el fin de reducir pista cementada, podemos tomar a nuestra izquierda un sendero, ascenderemos unos 100 m hacia Axarimendía, que lo abandonaremos en un cruce y comenzaremos un descenso suave hacia la ermita de San Román.
Ermita con historia: En el año 1479, Agramonteses (partidarios de Juan II) y Beaumonteses (seguidores del Príncipe de Viana) acordaron la paz tras décadas de enfrentamiento y de sangría. Pedro de Navarra y Luis de Beaumont clavaron sus espadas en el suelo delante de la ermita. Ambas espadas se encuentran representadas en el escudo de Aoiz. Las rencillas no cesaron, el reino de Navarra fue debilitándose, y en 1512 llegó la invasión de las tropas de Castilla.
Mostrándonos positivos con la historia, podemos almorzar en la ermita, y clavar los palos en son de paz. Habrá pasticas y vino dulce.
Visitaremos el mirador y la renovada nevera de Aoiz antes de regresar a Aoiz cruzando el río por un puente peatonal. Podemos volver al Aserradero por la pista arreglada sobre la antigua vía del tren eléctrico Irati, que estuvo en funcionamiento hasta 1955. Lo fundó el mismo navarro que levantó el Aserradero, una de las empresas punteras del siglo XX, que cesó definitivamente en 1990. Ahora sus instalaciones se encuentran en un estado deplorable por abandono y saqueos.
He recopilado algunos datos en torno a la empresa El Irati SA, que podemos mencionar en algún momento, si procede. ¡Hasta el sábado!
Punto de encuentro: Aparcamiento piscinas de Nuevo Artica en variante norte.
Comentarios
Ekai, Aoiz, San Román, Aserradero.
A veces parece que este grupo se crece ante la adversidad. El aguacero de las 7:30 de este sábado era como para quedarse en casa. No obstante la excursión programada ha reunido a más de 20 miembros. Con los paraguas en la mano o abiertos hemos iniciado la marcha por la pista, antigua vía del Irati, hacia Aoiz. Han cesado las gotas que caían, no ha vuelto la lluvia, y hemos acabado el recorrido con sol radiante. Recorrido completo –que no era mucho- de 11,6 km. Algunos inconformistas se han estirado hasta Axarimendi y más. Ya contarán.
Almuerzo animado con el modo habitual en los cumpleaños, visita a la nevera de Aoiz, regreso por el puente peatonal a la urbanización de Aoiz, y de ésta al aparcamiento por el sendero que discurre entre el río y el ancho canal, ese que en tiempos recogía los troncos con destino final en el Aserradero. Es un sendero digno de consideración.
Hay que mencionar, como lugar destacado, las excavaciones que Aranzadi viene haciendo desde 2021 sobre un antiguo monasterio, SAN SALVADOR DE ZALURRIBAR, de mediados de s XI, destruido por las tropas francesas en su retirada en la Guerra de la Independencia. Se encuentra cerca del puente medieval.
Era obligado acudir al Restaurante y Hotel de Ekai para los pinchos demás. Agur!!
Félix
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Esta mañana hemos estacionado los vehículos muy cerca de las instalaciones, que aún subsisten, del famoso y viejo Aserradero de Ekai. Añado a continuación algunos datos sobre su actividad y la importancia que tuvo a lo largo de casi todo el siglo XX
Empieza en 1909 a iniciativa de Domingo Elizondo, nacido en Arive en 1848, quien emigró a los 18 años a Argentina, de polizón en un mercante; montó una ferretería con un par de aezkoanos, también emigrantes; regresó a sus 40 años con una fortuna, que destinó al acarreo de material de haya de Irati hasta el Aserradero. El transporte de leña durante siglos por el Arga hasta el Molino de Caparroso fue su inspiración.
Construyó la presa de Irabia de 15 m con compuertas que abrían a voluntad para provocar una inundación controlada que arrastraba los troncos. En 4 horas llegaban los primeros troncos al Aserradero. A la apertura de las compuertas le denominaban “la pantanada”. Daban aviso a los pueblos bañados por el Irati por el peligro que entrañaba para lavanderas y pescadores.
Los leñadores colaboraban en la reconducción de las maderas haciendo el trabajo de barranqueros, oficio aprendido de los gancheros valencianos, que utilizaban este acarreo en el Turia. Se utilizó este medio de transporte en el Irati hasta 1957. Se utilizaron camiones para ese menester.
Dedicó sus esfuerzos a la obtención de traviesas para vías de tren. Los troncos se cortaban ya desde Irati en piezas de 3,3 m. Las vías de tren empezaron a utilizar traviesas de hormigón. Así mismo lograron tablones de 2,7 cm hasta de 9 cm de grosor. Ese material destinado a muebles, se distribuía por toda España. Empresas de Valencia y Cataluña pasaron por Ekai a comprobar la calidad del haya.
También acarreaba por el río troncos de abeto, que se destinaron a la elaboración de palos de escoba.
Construyó en Ekai un pabellón para fabricar muebles, camas sobre todo.
Otro edificio se destinó a la obtención de productos químicos de la madera, al mismo tiempo que conseguía carbón vegetal: alquitrán, acetona, ácido acético, acetato de cal, alcohol metílico, formol, metanol. Para ello necesitaba hornos a temperaturas muy elevadas, una especie de pirólisis. Era la nave de la destilación. La destilería ha dejado una zona muy contaminada que si se remueve el suelo exigirá un trabajo delicado de descontaminación. Domingo Elizondo contó con la valiosa ayuda del ingeniero de caminos y empresario polifacético Serapio Huici, natural de Villava. Parece que ambos mantuvieron siempre una estrecha amistad.
El serrín, aspirado y conducido por tuberías, lo utilizaban para los hornos, queda en pie una chimenea de 40 m de altura, construida por Ciriaco Galdeano, de Azcona. Las piezas defectuosas, ramas, cortezas y los sobrantes de los tablones se destinaban a la obtención de carbón vegetal, 7 toneladas por día. En el proceso de enfriamiento, obtenía alquitrán y los demás productos químicos.
En el momento de más esplendor del aserradero hubo 500 trabajadores contratados. Fue el principal pueblo industrial de Navarra.
En 1915 se presentó a elecciones a diputado foral. Salió elegido pese a un duro contrincante del partido carlista. Domingo propuso proyectos de reforma de funcionamiento interno. No prosperó su propuesta, y dimitió. En 1921 aparece en una comisión que logra el seguro de vejez para los trabajadores. Alfonso XIII le propone obtener el título de marqués de Irati, que rechazó. En 1928 es nombrado Hijo Predilecto de Navarra. En 1929 fallece a sus 81 años.
El marido de una de sus hijas continuó las actividades iniciadas por Domingo Elizondo. La actividad cesó en Ekai en 1991.
El tren Irati Sangüesa- Pamplona de 58 km, comenzó en 1911, era de tracción eléctrica (utilizaban alta tensión, 6.000 voltios), energía obtenida en varias centrales hidroeléctricas del río Irati. Cuatro de ellas quedaron bajo las aguas de Itoiz. Anteriormente las habían vendido a FENSA. El trenillo estaba destinado a transporte de mercancías (46.000 TM) y de viajeros (243.000). Las vías costaron 4,5 millones: 9 puentes, túneles… A comienzos del siglo aún se viajaba en diligencias. El viaje de la Taconera hasta Sangüesa duraba 2 h y 15 minutos. Cesó en 1955, aparecieron medios de transporte más rápidos. Esa duración en los viajes resultaba insufrible.