lunes, 9 de diciembre de 2024

Salida 14 de diciembre. Auza-Suarbe-Beuntza

 

Recorrido suave para no llegar cansados al ágape del domingo. Partiremos del pueblo de Auza (Ultzama) pasaremos por Suarbe y llegaremos a Beuntza a la hora del almuerzo. En el pórtico de la iglesia de Beuntza podemos almorzar y tomar vino y pastas (celebro mi cumple). Si hay misa cuando lleguemos, procuraremos no molestar a la feligresía, no vayamos a salir en los periódicos. Hamaiketako, vino y pastas. Y los cánticos para otro año. De Beuntza volveremos a Auza. Recorrido circular sin complicaciones más allá de los charcos que nos podamos encontrar en especial en zonas con profundas roderas de tractores, posiblemente por las obras de traída de aguas a pueblo/s de la zona. En la vuelta hay que atravesar alguna regata que, normalmente, lleva poca agua. Pero seguro que el sábado irá un poco mas crecida. Nada insuperable para tan aguerridos menditzales

Si el tiempo no lo impide, hasta las 14:00 h podemos degustar cervezas y pintxos en la terraza de la Posada de Auza.

Nos vemos el sábado

Distancia, 8,65 km; Tiempo, 2 h 28 '; Km Pista, 5,15 km; Km Senda, 3,5 km; Desnivel Máximo, 201 m

Paseo entre Auza y Beunza (Atez) que aquí describimos traza un recorrido circular de suaves desniveles que partiendo de Auza visita el pequeño concejo de Suarbe (Ultzama) y después atraviesa la facería nº 46, ocupada por un bosque compartido entre ambos valles.

¿Qué es una facería?
Sencillamente, el disfrute en común de un terreno por diferentes entidades locales. En Navarra hay muchos ejemplos de esta situación. Quizás los más conocidos (y más amplios) sean los de Urbasa-Andía, Limitaciones y, sobre todo, Bardenas Reales. Pero hay muchos más. El Nomenclator de Navarra establece nada menos que 71.
Generalmente son terrenos destinados a pastos o explotación maderera.
También hay figuras de este tipo en el derecho internacional. Dentro de Navarra tenemos por ejemplo el disfrute de pastos roncaleses establecido por el Tributo de las Tres Vacas. Y en la desembocadura del Bidasoa está la isla de los Faisanes, con la soberanía compartida por los estados español y francés.

En el caso de esta ruta, en la zona más alta del recorrido, atravesamos esta zona ocupada por bosques de haya de crecimiento espontáneo en las laderas septentrionales que miran a Ultzama y coníferas Pino laricio), de repoblación (sobre todo hacia la zona de Atez). Salpica también la zona algo de roble, especialmente marojo (también llamado melojo).

El recorrido empieza por conectar Auza y Suarbe por un camino que marcha algo en alto, paralelo a la carretera, y desde Suarbe gira hacia el sur para ganar la divisoria entre ambos valles. Descendemos después hacia Beunza, donde podemos descansar en el atrio de la bonita iglesia románica y volvemos para regresar por la zona oriental completando un recorrido que no llega a nueve kilómetros, en poco más de dos horas.

Es necesario poner atención a las sendas que atravesamos, en concreto en el monte que separa ambos municipios, pues las sendas no están especialmente señalizadas. No obstante no es un terreno de gran dificultad, por lo que incluso en el caso de que perdiéramos el camino volveríamos a encontrar la ruta con facilidad.

Resulta notable el deterioro que podemos observar en una zona antiguamente ocupada por hermosos castaños que, afectados por la enfermedad, han quedado reducidos casi a mudas y renegridas astillas, consumidas en medio del paisaje.



Comentarios

Bonito paseo entre dos pueblos por caminos, pistas y sendas, uno situado en el valle de de la Ulzama, y el otro en el de Atez. El terreno estaba mojado, en algún tramo embarrado lo que propiciaba resbalones. Día de nieblas, algo de un sol tímido y un leve chirimiri, y al no haber viento no daba sensación de frío. En el atrio de la iglesia de Beunza, nos esperaba Angel, el cumpleañero, con pastas y un vinillo que ayudaba a calentar el cuerpo. Echamos en falta a su inseparable compañero de fatigas Ori, que días antes fue mordido por otro perro. También se acercó Carmen Montoro para compartir, acompañar y saludar en el almuerzo que nos trajo Angel.

Hubo quien alargó algo el recorrido, usando sendas balizadas, evitando así una pista embarrada que produjo alguna caída.
Para acabar, las esperadas cervezas, con el pincho correspondiente, que no puedo narrar porque no estuve (compromisos a la tarde lo impedían)
Y nos despedimos con un hasta mañana en la comida del Palacete de Burlada, donde acabaremos de perfilar el calendario del 2025. Y esperemos que, el que aún no haya propuesto ninguna salida lo haga, ya que este año es más fácil que nunca proponer una ruta.

Julián

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