miércoles, 24 de septiembre de 2025

Salida sábado 27 de septiembre. Aoiz - Ollarán



Hoy vamos a dar un paseo a dos pequeñas cimas, San Lorenzo (765 m) donde debió haber una ermita y Ollaran (785 m) pertenecientes a la sierra de Labia. Es una zona que creo que pocos en Gorosti han pateado, ya que son los montes que tenemos enfrente los más visitados. Una ruta sencilla, apta para todos, con buenos caminos, y buenas vistas de algo menos de 10 Km y unos 360 m de desnivel. Para los que se le quede corta, pueden entretenerse subiendo al Alto de Olaberri y a la cota de 692 m.en el camino de regreso.

Punto de encuentro Aparcamiento piscinas de Nuevo Artica en variante norte. 

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Hola a todos, después de un comienzo del mes de septiembre potente, con grandes desplazamientos a las provincias de Álava y Huesca y al límite con Guipúzcoa, Pedro y Maika nos proponen un recorrido amable por la sierra que forma un arco al Noroeste del cercano Aóiz. Aparcando en el mismo pueblo, recorremos un trecho hacia el norte, primero por un amplio paseo ajardinado y luego por la carretera que sube a la presa, para buscar el principio de una cresta señalada con una aparente cruz. La senda es un poco empinada, lo que nos sirve para desentumecer los músculos. Pero pronto tenemos recompensa, porque al ganar altura, rápidamente disfrutamos de una vista de pájaro sobre la población. Tras este primer escalón y tras un breve relajo viene el segundo, más prolongado y flanqueado por pinos, que después de pasar por un vértice geodésico (poco visible desde el aire, la verdad) desemboca en una vicecumbre rocosa, donde tenemos que superar unos escalones tallados. Arriba, una palomera (no es la primera ni la última que encontramos en la subida), y a mano izquierda, una estela funeraria con la foto de un chico joven.
A un tiro de piedra llegamos a un falso collado, señalizado con flechas y con una placa que marca "San Lorenzo". Al parecer, había una ermita en este monte, de la que no encontramos vestigios. Desde este punto, una pista baja hacia el campo de fútbol de Aóiz. También hay una caseta de observación de aves acuáticas, que no sabemos lo que pinta a esta altura, porque la visibilidad hacia el pantano es bastante escasa, debido a la distancia y a los árboles. La próxima vez habrá que traer el telescopio o venir en época de grullas, no sé. Otro escalón de subida y el paso de una alambrada nos deja en un bonito bosque que culmina en la cima de San Lorenzo. Caminamos entre pinos y enebros, ya que el boj prácticamente ha desaparecido debido a la plaga de maripositas que lleva unos años cargándose las hojas y dejando sólo pálidos esqueletos de ramas. Un leve descenso nos lleva a un collado con amplias vistas sobre el embalse de Itoiz. Tan sólo nos queda un último repecho para alcanzar el punto culminante del día en el Ollarán, que "hollamos" por turnos, debido a su reducida superficie. Retornamos al collado para almorzar, algunos buscan la sombra porque después de unos días de cierzo ha vuelto el "caloret". Aprovechamos para contemplar las vistas, desde la sierra de Labia y el Larrogáin hasta la de Zariquieta con el Santa Bárbara. A la izquierda de este último, se ha quedado aislado el Salvatore, al que antes se accedía tras pasar un puente colgante.
Desandamos el camino hasta la alambrada, donde las señales indican un sendero panorámico que completa el arco hasta el depósito de aguas que se encuentra sobre el polígono industrial. Todavía quedan un par de cumbres menores, pero el grupo avanza sin detenerse, quizá pensando en el refrigerio que les espera en Linzóain o en las fiestas de San Miguel en Aóiz. Sólo cuatro valientes se atreven con la cota siguiente, señalizada con un hito de piedra y sin visibilidad alguna. Sacamos foto para inmortalizar el momento. Para la última tachuela el grupo se ha reducido a dos, cuando el grueso de la expedición ya ha cruzado el canal y se encuentra más allá del cementerio. Cuando llegamos nosotros, nos encontramos con un entierro y muchos coches, mientras en el pueblo están bailando los gigantes.
Concluímos la jornada en la huerta de Pedro y Maika, arrimados a un buen fuego y poniéndonos hasta arriba de chistorra, relleno y panceta, y por si no fuera suficiente, aparece Carmen Montoro con unos fritos recién hechos. Magnífica forma de celebrar cumpleaños. Y porque se hacía tarde, pero aún teníamos la oportunidad de disfrutar de un concierto de la coral de Villava en Reta. Día redondo. (Mary Luz)

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